No fue por la multitud de simpatías que se irradio a quienes me circundan, o por lo provechoso de la presencia de cinco convidados más en el ya extenso numero de comensales en la celebración.
“Profesor Ud. sabe…” a lo que me pregunté ¿Desde cuando soy un personaje de prestigio por mi acertada percepción del mundo que me rodea…? ¡Mi hija está cumpliendo años! Ah que bien, respondo con beneplácito, Que bueno… ¿Y cuantos cumple? Quince, profesor, alego: Como pasa el tiempo… A estas alturas del coloquio ya me imagino por donde se presenta la tesis. -Y la fecha tal, le celebraremos el cumpleaños, algo sencillo, porque la cosa esta muy dura y no hay mucho para gasto. Fulana me dijo que se lo celebrara en un club, pero imagínese usted, todo está tan caro…
Ya tenía las respuestas en mi rutina para desechar estas invitaciones:
Protocolo 1: “En verdad no puedo tengo unos compromisos de trabajo”
Protocolo 2: “Lo lamento, tengo enfermos en casa y no me gusta alejarme dada esa realidad, usted sabe; por si acaso hay una emergencia.” Todo esto agregando un poco de desaliño fuera de lo habitual y cara de desvelo y si es posible un educado bostezo.
Protocolo 3: “En verdad me gustaría ir pero mi religión no me lo permite” En particular ese nunca me ha fallado pero puede ser ofensivo en algunos convidantes.
Debo reconocer que tengo protocolos asombrosos para casos extremos. Una vez dije a alguien con cara de avasallante padecimiento el protocolo 35 : “Que pena lo que pasa es que en casa estamos pasando por un momento infausto; mi pequeña hija tenia como mascota una tortuga y por accidente la pise con el carro (debo aclarar que no poseo ningún medio de transporte, a no ser por las innumerables camionetas (perreras) que nuestro inútil alcalde nos impone como flamante medio de transporte para la ciudad mejor planificada de America), la pobre (presunta hija) esta maltrecha emocionalmente y en verdad no me gustaría que ella piense que miro con desdén su infortunio y parta a una fiesta cuando ella se halla en ese trance tan penoso.” Mi anfitrión quedo tan conmovido por el argumento, que me abrazo fuerte y me expresó: “Quisiera ser un padre como tu” Confieso que me sentí un poco incomodo en medio del abrazo, así que di tres vigorosas palmadas en la espalda de mi amigo como señal de que había concluido el conmovedor instante, lo cual este entendió rápidamente y dio por concluido el asunto.
Ciertamente he dado contestaciones a innumerables convites a los cuales no deseo concurrir por razones diversas; pero esta vez fui objeto de alguien mas sutil que yo en el arte de manipular, y antes de que prosperaran en mi mente ansiosa las refutaciones ha lugar, este me inquirió: Puede traer a la familia, pasaremos un rato chévere y celebraremos amenamente. Ud sabe que todos nosotros somos de Maturín…
… la tierra llama y yo soy un hombre muy apegado a sus raíces.
Cuando me dijo esto, enseguida mi mente voló a mi suelo natal.
Afloraron recuerdos hasta ahora olvidados e incluso olores y sabores en mi memoria revivieron:
“La tierra donde naciste no la puedes olvidar
Porque tiene sus raíces y lo que dejas atrás”
Este extracto del tema “Mi Tierra” que divulgara la diva Gloria Estefan contiene el arbitrio emocional cuando di oídos a quien me hablaba acerca de lo referido y nuestra procedencia geográfica.
Me he abstenido de ir a fiestas y reuniones familiares tanto acá en Guayana como en Maturín o Caripito (Cuna de la conchúa y la guabina) ni aún en fechas de extrema celebración o de intenso luto, decisión de la cual no me arrepiento porque hasta donde conozco hubo inclusive un conato de violencia con armas de fuego en alguna ocasión en medio de una de estas citas.
Pero en aquel penoso día, aquella infausta tarde escuché: “Todos nosotros somos de Maturín” y aquellas voces penetraron mis sentidos ensordeciéndome con silente estruendo, reactivando cada recuerdo olvidado de mi interrupta puericia en las “llanuras y vegas, altas cumbres y bosques sombríos” de mi cuna originaria. Solo eso convino para que depusiera mi actitud poco social, a sabiendas que tendría experiencias interesantes la mencionada celebración.
Pero eso es material de mi próxima entrega.
Comentarios