Yo bebo para...
Es triste.
Durante un paseo obligatorio
por los alrededores de mi residencia durante una lluviosa tarde del mes de
Julio, estuve frente a un grupo de tugurios malolientes de esos que infectan la
ciudad. Me vi absorto en cavilaciones intrascendentes que me invitaron a
retomar mis malos escritos.
En estos cuchitriles cerca de
mi residencia, en una calle en la que antes era hasta agradable caminar de la
mano con mi hija menor, cohabitan desdichados de toda especie, color,
nacionalidad y de todo lo que aquí no connoto. Una calle llena de tarantines mefíticos
con nombres tanto pintorescos como variados donde solo se expende un solo
producto. La cerveza.
La llamada “razón social” de
estos antros es muy creativa: Creaciones…, Distribuidora…, Zapatería…, Peluquería…,
Comercial…, Importadora…, en fin si esto tuviese alguna pizca de certidumbre
sería hasta favorable tenerles allí, pero es del conocimiento de todo el mundo el
grosero fingimiento de esta realidad.
En este pintoresco habitamen,
a toda hora de la mañana, tarde o noche, siempre hay consumientes del vicio que
allí ofrecen. No hay día feriado, sábado domingo o día laborable en que este
lugar no esté atiborrado de ansiosos y furibundos menesterosos del desenfreno
licoril. Tanto mujeres hombres, jóvenes y adultos y niños, familias enteras se
reúnen allí a libar su propia muerte y destrucción.
En mis absortas reflexiones,
recreaba las motivaciones y justificaciones que podría esgrimir uno de estos
seres, antes pertenecientes a la raza humana, que luego me han motivado a
escribir estos pensamientos.
¿Por qué lo hacen, por qué
beben día tras día, hora tras hora?
Pues porque siempre hay una
buena razón para tomar. Veamos:
Bebe porque se siente solo,
cuando se junta con amigos, también bebe.
Si obtuvo un empleo, toma para
celebrar, si lo despiden del empleo que tenía por llegar a trabajar borracho,
igual toma para tener animo de llegar a su rancho anunciando el asunto.
Si la mujer lo engaña con
otro, por borracho, bebe para olvidar a esa infiel, si el infiel es el, también
bebe para levantarse a la prostituta de la taguara.
Si peleó con la esposa, sale a
tomar, si la esposa no está en la casa para pelear con él, sale a tomar porque
se siente solo.
Si no consigue novia para
casarse, toma. Si se encontró un esperpento que lo soporte, se emborracha de
felicidad.
Si en las elecciones gana el corrupto
de su elección, hay que tomar. Si gana el otro corrupto, toma porque le robaron
los votos.
Si ganó el equipo donde dice
que juega, luego de beber durante todo el juego, sale a celebrar bebiendo, mas,
si pierde, igual bebe pero calladito.
Si tiene a su madre viva, bebe
el día de las madres para celebrar, si en cambio ya murió la vieja, va al cementerio y de
regreso, bebe porque está muy triste.
Si se le aumenta el sueldo el
primero de mayo, bebe celebrando, si quedó en el grupo a los cuales no le aumentan
sino el trabajo, bebe furioso.
Si la hija se le casa, bebe
contento. Si la hija se divorcia bebe con ella para que olvide al perro que la
engaño y le dejó siete muchachos.
Si le nace un hijo, se bebe
los miaos, si se le muere el muchacho bebe de dolor.
Bebe si se va a acabar el año,
bebe cuando comienza el otro.
Bebe al iniciarse las
vacaciones, bebe el último día de vacaciones porque mañana empieza a trabajar.
Bebe cuando se lleva al niño a
beber para enseñarle a ser un hombre, también lo hace cuando viene del entierro
del hijo que se le mato borracho en una moto.
Bebe cuando el negocio le sale
bien y se ganó una platíca extra, también bebe cuando el negocio salió malo y
el socio lo robó.
Cuando el médico le dice que
el hígado lo tiene como un colador… deja de beber unos días, pero cuando se dio
cuenta que puede pasar unos días sin tomar, se reúne con los amigos a celebrar que
dejó la bebida y termina en el cuchitril con una pea de cuatro días.
En el hospital luego de la
operación que intenta salvar su vida, lo único que desea es estar en casa para
beber, pero esta vez no lo logra y no cumple ese sueño,
Sus compañeros y amigos se
reúnen luego del entierro a tomar y cada uno al destapar la fría cervecita,
vierte un sorbo en el suelo y dicen -Pa los muertos…
Allá en el infierno a nuestro
amigo le pasa como al rico de la historia bíblica que le rogaba al padre
Abraham que le enviara a Lázaro con su dedo mojado en agua y se lo pasara por
la lengua pues no resistía aquel tormento. A nuestro amigo seguramente le
gustaría que ese sorbo de cerveza le llegara allá a aquel sitio donde seguro
estará hoy.
¿Conoces alguno?
Quien siempre sale ganando en todo esto es la empresa cervecera. Nunca hay escasez de cerveza en este país.
Y la historia se repite.
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